viernes, noviembre 25, 2005

...

Aún cuando la niebla inunda mi ser
llevándome a mundos infrahumanos,
donde el fuego carcome mi alma
abandonada por la misma necedad.

Inicio un camino largo y lleno
de supuestos laberintos continuos,
donde en lugar de encontrar luz,
encuentro solo un mundo de sombras
que obscurecen mi mirar.

Pero lograste despertarme,
y a través de tu voz encontré
la forma de cambiar la oscuridad,
por una luz que se torno brillante
dentro de mis dilatadas pupilas.

Regresando nuevamente a este cuerpo
del cual me había alejado,
pero que con tu sutil manera de ser
nuevamente me estoy volviendo a mirar.

jueves, noviembre 24, 2005

La torpeza: ¿Cómo atarla al pasado?




Cuando se vive inmerso en ideas falsas ó fantasías inapropiadas, cuando uno se despierta después de largos momentos de supuestos egos representados en sueños ó cuando uno transita en calles llenas de mentiras e hipocresías, siempre es bueno pensar, que es lo que se busca dentro de este planeta.
No cabe duda que a veces suponemos situaciones poco viables y más cuando creemos que somos capaces de cosas, que jamás hemos realizado ó que al menos llevamos años sin intentar realizarlas.
Y es que hay factores determinantes en cada uno de nosotros, que nos llevan ó nos impulsan a guardar de manera celosa sentimientos que normalmente deberían de fluir, pero que torpemente son reprimidos por el miedo de volver a pasar por malos momentos como los del pasado.
Por algo dicen que la torpeza, puede convertirse en una debilidad determinante y sobre todo en cosas donde interviene un elemento importantísimo en nuestro funcionamiento, el corazón.
Siempre decimos que por torpes no buscamos la felicidad y que por torpes tiramos a la calle lo que ya teníamos ganado, pero no será realmente nuestro miedo a decir y creer en lo que dentro de nuestras almas existe y que corre por cada una de nuestras arterias y que es como una vitamina, como un impulso, como una chispa, que nos levanta y que nos hace andar siempre en busca de lo mejor.
En fin, debemos de tener claro que las torpezas que cometimos en el pasado y que nos llevaron a la infelicidad, no pueden estar ya inmersas en este presente y más cuando se encontró a esa musa, que es la inspiradora de tantas cosas y de tantos sueños, en los cuales no se representan egos, sino la felicidad misma.